Bola Amarilla.

Bola Roja.

Bola Azul.

Bola Verde.

Así son muchas canciones que escucho con mi hija,

Muchos colores.

Para mi gusto demasiados colores.

Letras sencillas.

Muy sencillas.

Repitiendolo muchas veces.

Y vuelta a repetir.

Son canciones que te taladran el cerebro.

De lo sencillas que son.

De lo coloridas que son.

De lo repetitivas que son.

Pero a mi hija le gustan.

Como padre no me puedo resistir.

Te mira con esos ojos.

Te pide una canción.

Aunque sea la noningentésima vez que te lo pide.

Da igual, tu se lo pones.

Aunque cante mal.

Aunque no te guste.

Aunque te lo sepas mejor que el abecedario.

Es algo como hipnótico.

Como embriagador.

Mi hija acaba controlando la tele.

No lo puedo evitar.

En las comunidades online pasa lo mismo.

Si has creado una conexión.

Da igual que cantes mal.

Da igual que seas repetitivo.

Da igual que lo repitas.

Da igual que tu diseño sea pésimo.

Todas estas cosas puedes mejorarlas como te hablé en la meseta de potencial latente.

Lo importante es generar personas que les interesa lo que dices.

El ofrecerle alguna forma de acceder a ti, es lo que te dará la fórmula.

Esa que necesitas para convertir tu hobbie en un negocio.

Un negocio no se trata de,

Cantar bien,

Sea tu pasión,

Seas un experto.

Se trata de atraer a la suficiente gente que se sienta en deuda contigo para pagar por lo que haces.

LuisMi

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