Me gusta esta expresión.

Es amplia.

La vida no es leerse un libro y esperar que llueva.

O peor aún, leerse un libro y vender cursos de la técnica infalible para montar en bici.

Hoy no estoy inspirado.

Demasiado cansancio.

Dormir, comer y follar.

Todo descompensado.

Y al ser viernes, mi cuerpo me pide dopamina.

Así que me ha enganchado YouTube.

Y los veinte minutos que tenía para escribir los he invertido en atontar mi cerebro.

...

Este email empecé a escribirlo el viernes antes de que me despidieran.

No llegué a terminarlo.

Solo es el boceto de una idea.

Ya han pasado dos meses desde entonces.

Bueno casi.

Y todo lo que tenía planeado se ha ido al garete.

La rutina.

El adaptarme a un nuevo horario.

Continuar con los hábitos.

Así que arrancar de nuevo a escribir es como empezar de nuevo.

Todo cuesta más.

Todo hay que pensarlo.

Todo es más lento.

Es como si tuvieras que encargarte de una cantidad enorme de cosas que antes no existían porque no tenías tiempo.

Poco de la vida.

Para poder viajar en la incertidumbre, te tienes que adentrar en ella.

Es lo único que te puedo contar hoy.

Nada mágico.

Ni exotérico.

Todo fácil y sencillo como los minutos que tengo para ello.

PD: A seguir trabajando un poco cada día.