Recogiendo a mi hija de la guarde vi un coche morado.

Morado con remiendos.

Como a medio hacer.

Con algún parche.

Era tipo un quiero y no puedo.

Alguien que quiere aparentar un coche diferente y no llega a permitírselo.

Lo dicho un quiero y no puedo.

Pero tan feliz.

Que cada uno es feliz con sus ilusiones.

Igual que el que tiene un Porsche.

Igual de feliz y contento.

Lo que nos demuestra esto es que los coches no sirven para desplazar a alguien del punto A al punto B.

Son mucho más.

Igual que otros objetos de nuestra vida.

Es algo sobre lo que quieres aparentar.

Se llama sesgo de status.

Te interesan los likes.

Que vean el coche que tienes.

La operación de tetas que te has hecho.

Ese traje que llevas a al la boda de tu amigo.

Todo por el status.

Por sentir que eres una persona normal.

Actuar de otra manera perderías tu status.

Dejarías de tener likes.

Dejarías de parecer normal.

Por eso igual que los productos, los coches se diseñan con un aspecto exterior.

Para mostrarlo a los demás.

Sino todos serían un twingo.

Entender que la percepción de los demás sobre uno mismo es importante para conectar con esos deseos velados.

Esos que no comentamos con nadie.

Esos mismos que vas a necesitar detectar en tu proceso de venta.

Todos los aspectos de lo que vendes se pueden mejorar.

Pero dar en la tecla de los deseos que podemos satisfacer será decisivo en tu proceso de venta.

¿Conóces tu proceso de venta?

LuisMi

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