El email y el Frankstein
Jun 27, 2022 7:16 pm
Muchas semanas me toca escribir un Frankstein.
Lo que viene siendo que dejo apuntada la idea.
Luego escribo otro cacho.
Luego relleno con otra idea.
Luego lo enlazo con una idea que se me ocurre por la tarde.
Por último escribo un rato.
Y lo vuelvo a releer.
Tratando de que quede todo bien organizado.
Aún así tengo que darle una vuelta.
Para que todo quede bien hilado.
Sino parecería que lo ha escrito un mono borracho.
Fue lo mismo que me pasó con mi primer blog.
Ese con el que iba a conseguir ser un vendehumos de altura.
Tocando las cifras en mi banco como si fuesen caramelos.
Al final fue todo un despropósito.
Ahora que lo veo a la distancia.
Antes no.
Ahora lo veo.
Lo único que pude contar fue las decepciones artículo a artículo.
Como mucho me comía los mocos.
Que yo creo que ni llegué ahí.
Y no fue porque me faltó el método Lean Startup.
O el Scrum.
O el Agile Lean.
O el DAFO.
O el baile de los patitos.
No fue nada de eso.
Fue simplemente que mi cabeza estaba hecha un lío.
Como cuando tardas más en desliar el ovillo de lana que en comprar uno nuevo.
A todos nos pasa.
Hemos aprendido una serie de cosas.
Que no nos sirven para nuestros proyectos.
Y que ejercen un poder de bloqueo muy grande.
Para poder eliminar todo esto.
Es necesario sacarlo todo.
Trabajar tu interior.
Y vomitar.
Vomitar muchas palabras.
Tu cerebro va a luchar contra tí.
Porque se produce un efecto de limpieza.
Eso hace trabajar a tu herramienta del siglo XXI.
Y no le mola nada.
Pero nada.
Nada, nada.
Somos animales que no nos gustan los cambios.
Y esto es un cambio grande.
Por eso el peor consejo a un emprendedor que empieza es busca a tu cliente ideal.
¡Pero si ni siquiera tienes las ideas claras!
Por eso escribir te fuerza a organizar ideas.
El conectar con la gente lo descubrirás cuanto te expongas.
LuisMi
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