Hemos cambiado a mi hija de habitación.

Ahora he tenido un hueco y estoy escribiendo entre cajas.

Literal.

En la que estaba había mucha humedad por la noche.

Con la guardería hemos empezado la época de mocos hasta primavera.

Se notaba mucho la habitación.

No dormía bien.

Y no dormíamos bien.

Así que la hemos pasado a donde tenía yo mis cosas.

Era la habítación donde trabajaba.

O más bien de los trastos.

Mi mujer decía que era la cueva.

En cualquier caso da igual donde trabaje.

Lo importante es que nos deje dormir.

Y seguro que agrademos el cambio.

Para poder hacer este cambio, hemos tenido que pintar la habitación.

Muchos años de trastos pasan factura a las paredes.

Así que había que dejarla aseada.

Ya se encargará mi hija de pintarla con las ceras.

O los rotuladores.

O lo que se le pase por la imaginación.

El caso es que antes de hacerlo nosotros.

Que consiste en buscar rodillo.

Pintura.

Cinta para tapar las ventanas.

Algo para los goterones en el suelo.

Ponernos con ello.

Al final acabaríamos pintando mal, y con material que luego no volveríamos a usar.

Nos pasó en el salón, y conseguimos un efecto gotelec mu bonico.

Pasando.

Llamamos al pintor.

Aunque pique el precio.

Mucho más rápido y nos olvidamos de dejar material luego en el cuarto de los trastos.

Es lo que yo llamo iteración.

No es cuestión de la idea.

No es cuestión de la persona.

No es cuestión de los recursos.

Es generar una hipótesis, que puede ser cierta o falsa e iterarla.

Repito, iterarla.

Nosotros pintando no.

LuisMi

PD.: Nos vemos en la comunidad