La primera parte está hecha.

Saber captar ideas del día a día para poder escribir de manera diaria.

Al principio cuesta.

Para que te voy a mentir.

Sería gilipollas por mi parte.

Podría contarte mi vida idílica en una playa de ensueño.

Con fotos hechas por una ia quedaría maravilloso, aunque odie la arena.

Así supongo que se sentirán muchos.

O mejor dicho muchos les gusta llenar su cuenta de likes.

Aunque luego odien su trabajo y el domingo sea de depresión.

Mientras gastan los últimos euros en los auriculares Juan pelotilla.

Hablan mucho y no hacen nada.

Ellos creen que hacen algo pero es mentira.

Yo era de estos.

Pero no de Juan pelotilla.

De nisupu.

De ni su puta madre los conoce.

Ahora lo que hago es que secuestro a mi mente y le digo que se ponga a escribir de una maldita vez.

Que se de deje de Youtube y monsergas.

Sobre todo de estupideces.

No puede estar en los mundos de yupi.

Y aquí me encuentro torturando a mi mente para que escriba.

Por eso trato de no improvisar. Escribir tiene que ser de todo menos creativo.

Debe ser más como un puzzle.

Tienes las piezas y las juntas. Luego los engranajes se moverán.

Si de diez me salen dos bien.

¿Cuantos emails tengo que hacer para que me salgan bien veinte?

Ten tú herramienta de captación de ideas para luego poder tenerlas a mano en todo momento.

Luego accederás a ellas cuando lo necesites.

Grupo telegram de mentes inquietas: Link.

Consultoría de una hora para valorar tu proyecto: Enlace